Self Unfinished (autoinacabado) lleva a la audiencia a un viaje de metamorfosis. En este solo, creado en 1998, Xavier Le Roy se transforma en una criatura híbrida extraordinaria, parte máquina, parte alien, parte humana. Utilizando todo tipo de aparatos físicos, el coreógrafo francés crea un mundo de ilusión que es inquietante porque es, al mismo tiempo, asfixiante.
Desplazándose boca abajo, el cuerpo del bailarín se transforma en tiempo real en una serie de aberraciones morfológicas alucinógenas que representan imágenes de un cuerpo que se reconfigura según leyes desconocidas y un ritmo inquietante e inhumano. Una exploración del movimiento a través de la metamorfosis hacia diversas posibilidades, acaparando constantemente la atención.
Espectáculo para todos los públicos (contiene una escena de desnudez).