José K, torturado

José K, torturado es la última producción del director Carles Alfaro y de la compañía Moma Teatre. Y Tras su paso por el Teatre Romea, Teatro de la Abadía y Teatro del Barrio, regresa a valencia esta pieza.

En un país indeterminado, la Policía ha detenido a un terrorista. Alias José K.

Este acaba de colocar una bomba en una concurrida plaza, pero se niega a decir en qué lugar concreto se halla y a qué hora concreta detonará. ¿Qué hacer? ¿Sería lícita la tortura, en este caso, para evitar la masacre?

“José K, torturado” es la voz de un terrorista, de un monstruo... cargado de ¿razones? El espectador asiste a un acto confesional, solitario; al juicio de José K. a sí mismo, al devenir de sus contradicciones, al debate del sentido último de su vida. Escucharlo no significa aceptarlo, ni justificarlo. Significa intentar conocer el origen de unos actos que entendemos aberrantes...

“José K, torturado” es un alegato contra las perversiones de espíritu que puede hacer del hombre el más feroz de los animales. La razón humana es capaz de ascender a lo sublime, pero también puede llegar a ser instrumento de terror, crueldad… y de la tortura.

¿Está justificada la tortura si su utilización sirve para evitar la muerte de una gran cantidad de gente? Si respondemos que sí, es que -en según qué casos- podemos creer en la tortura, y estaremos justificando una pequeña grieta que la ampare. Y eso sería como admitirla siempre. Porque la realidad es que quienes torturan siempre consideran que lo hacen para conseguir algo que es bueno para la colectividad; y son los torturadores y sus jefes -¿quién si no?- los que deciden, según sus propios crite­rios, qué caso es lo suficientemente grave como para, apoyándose en la mencionada grieta, aplicarla.

Por ello, ¿avalar la tortura, en según qué caso, equivaldría a avalarla (siempre), en cualquiera?

MOMA TEATRE